La pregunta es más bien: ¿por qué no debería ser importante? Después de todo, para un niño su habitación lo es todo (al igual que lo es tu casa lo es para ti): un lugar para vivir, relajarse y trabajar, sólo que en pequeñas dosis. La habitación de los niños suele ser su sala de estar, su dormitorio y su lugar de estudio. ¿Y su cocina? Bueno, si contamos cuando mordisquean sus galletas, entonces también (¡ya se ocupará papá o mamá de recoger las migas!)
Y como en el cuarto de los niños se fusionan tantas habitaciones y tantas tareas distintas, la iluminación de la habitación merece ser capaz de afrontar correctamente cada una de estas tareas. Una buena iluminación de ambiente para la orientarse, descansar o jugar. Iluminación puntualpara pintar, leer libros o escuchar música, y claro, también para hacer los deberes. Y además, también luz
decorativa Esta iluminación colorida, que mamá y papá siempre controlan con sus teléfonos móviles, ¡seguro que también quedaría bien en la habitación de los niños!
¿Suena como un montón de luz? Cierto, pero a los más peques les encanta. Y no se quejarán de que les pican los ojos porque la luz no es suficiente.
Luces antideslumbrantes: si te deslumbran mientras juegas, sólo tienes que buscar otro patio de recreo. La habitación de los padres, tal vez. ¿No quieres? Entonces elige luminarias que no deslumbren.