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Los sensores de movimiento regulan automáticamente la iluminación en el jardín y en el hogar. El hecho de no tener que encender manualmente la luz supone toda una comodidad. Cuando no se tiene una mano libre, esta característica resulta sumamente práctica. El uso de sensores de movimiento también reduce el riesgo de lesiones. En el exterior, los peligros de tropiezo se detectan a tiempo y, en el interior, no hay que palpar para buscar el interruptor de luz en la oscuridad.
Los sensores de movimiento también sirven de protección contra robos. Si se acercan intrusos al hogar, la luz se enciende y ayuda a disuadir a los ladrones.
Por último, pero no menos importante, los sensores de movimiento resultan rentables a largo plazo: Dado que solo activan la luz cuando realmente se necesita, ahorran costes y son, a su vez, respetuosos con el medioambiente. Dejarse encendida la luz por descuido es cosa del pasado, lo que aumenta claramente la vida útil de las bombillas.
Los sensores de movimiento están disponibles como accesorio independiente o bien vienen instalados de forma permanente en las lámparas. Están basados en varias tecnologías que también pueden utilizarse de forma combinada:
Sensores de infrarrojos pasivos (sensores PIR)
funcionamiento basado en la emisión de infrarrojos (radiación térmica)
para uso en interiores y exteriores
Sensores de radar o de alta frecuencia
funcionamiento basado en ondas electromagnéticas
para uso en interiores y como sensores de alta frecuencia inteligentes (iHF); también aptos para uso en exteriores
Sensores ultrasónicos
funcionamiento basado en la reflexión del sonido
para uso en interiores
Sensores de cámara
funcionamiento basado en una evaluación electrónica del contenido de la imagen
para uso en interiores y exteriores
La diferencia entre los sensores de movimiento y los de presencia radica en la sensibilidad de los sensores. Mientras que los sensores de movimiento reaccionan a movimientos de mayor intensidad como caminar, los movimientos más pequeños, como presionar la manija de la puerta o escribir en el teclado, son suficientes para activar los sensores de presencia. Esto hace que los sensores de movimiento sean más adecuados para uso en exteriores, para proporcionar luz en la oscuridad y disuadir a los intrusos. En interiores suelen utilizarse en pasillos y escaleras. Los sensores de presencia, por otro lado, están diseñados para los espacios habitables y los espacios de trabajo. En estas áreas proporcionan luz ante pequeños movimientos. Los sensores de presencia y movimiento modernos realizan mediciones automáticas de la luminosidad y se apagan automáticamente cuando hay suficiente luz natural.
Nuestra guía presenta una infografía clara sobre las áreas de aplicación de los sensores de presencia y movimiento.
Los sensores PIR (sensores de infrarrojos pasivos) no envían ninguna señal, sino que recogen la radiación térmica de su entorno y, por lo tanto, funcionan de forma pasiva. Se activan mediante fuentes de calor dinámicas, es decir, mediante objetos en movimiento. Pueden ser tanto humanos como animales, así como motores de vehículos calientes. Sin embargo, los sensores PIR no reaccionan a fuentes de calor estáticas como la luz solar. También existen modelos que no reaccionan ante animales pequeños. Se evita así el consumo innecesario de energía ante la presencia de gatos o erizos.
Para detectar de manera óptima las diferencias de temperatura, los sensores PIR requieren un contacto directo con el objeto. Por tanto, no deben instalarse de forma oculta o cubiertos por una protección. La sensibilidad de los sensores también puede verse debilitada con lluvias intensas o prendas de ropa gruesas en invierno.
Los sensores de movimiento con sensores PIR se utilizan tanto en el hogar como en el jardín. Son la elección correcta cuando se trata de detectar grandes movimientos. Detectan cuando una persona camina o se acerca un automóvil. Conviene saber que los sensores de movimiento con sensores PIR detectan mejor los movimientos laterales que los frontales. Esto es así por el hecho de que el sensor de movimiento divide el área de detección en una cuadrícula formada por áreas individuales. Esta área es comparable a la distancia que se forma al separar los dedos. Si una persona se acerca al sensor de movimiento de frente, puede situarse en un área en la que el sensor no perciba ningún cambio. Si se pasa junto al sensor de movimiento en diagonal, se cruzan varias superficies visibles y se detecta un cambio. Por lo tanto, para el montaje del sensor debe tenerse en cuenta el ángulo pertinente. Además, los sensores de movimiento con sensores PIR deben instalarse de tal manera que no queden cubiertos. Un contacto visual directo respecto al objeto resulta fundamental para un funcionamiento perfecto.
Los sensores de movimiento con sensores PIR son la elección ideal tanto para exteriores como para pasillos, garajes y escaleras. Sin embargo, no resultan adecuados para registrar movimientos más pequeños, como cuando se trabaja en una posición sentada. En estos casos conviene usar los denominados sensores de presencia. Estos sensores también detectan la radiación térmica mediante sensores infrarrojos, pero son mucho más sensibles. Esta mayor sensibilidad se debe a una división del campo de visión muy detallada, similar a un tablero de ajedrez. Los sensores de presencia pueden percibir movimientos mínimos, tales como escribir en un teclado. Por lo tanto, resultan ideales principalmente para oficinas y espacios habitables.
Los sensores de alta frecuencia (sensores HF) emiten haces de radar (ondas electromagnéticas) y reaccionan a su reflejo: el eco. Presentan, por tanto, un funcionamiento activo. Cuando un objeto se mueve, la frecuencia con la que se reflejan las ondas emitidas varía. Así es como el sensor registra un cambio. Los sensores de alta frecuencia funcionan independientemente de la temperatura. También se pueden instalar cubiertos por una protección de pared, vidrio o madera, ya que, a diferencia de los sensores infrarrojos, no requieren un contacto directo con el objeto y pueden atravesar paredes delgadas. Su alta sensibilidad se debe a que la detección se lleva a cabo simultáneamente en un plano horizontal y vertical.
Los sensores de movimiento con sensores HF resultan muy adecuados en sótanos y pasillos con muchos ángulos donde los sensores infrarrojos tienen dificultades. Los sensores de presencia con sensores HF se utilizan principalmente en espacios habitables. Detectan movimientos mínimos, incluso cuando se trabaja sentado en una silla de lectura o en la oficina. También son muy prácticos para cuartos de baño y aseos, dado que pueden detectar movimientos incluso detrás de puertas.
Los sensores de alta frecuencia no pudieron utilizarse durante mucho tiempo en exteriores debido a su alta sensibilidad, ya que bastaba el vuelo de una hoja para emitir una señal. Sin embargo, la tecnología ha ido avanzado hasta el punto de que pueden distinguirse los movimientos humanos de los movimientos de insectos, la caída de hojas y la lluvia. Estos sensores inteligentes de alta frecuencia (iHF) se utilizan cada vez más en exteriores.
Los sensores de movimiento con sensores ultrasónicos envían y reciben ondas sonoras en un rango inaudible para los humanos. Penetran hasta la última esquina de la habitación y pueden detectar objetos por encima de obstáculos incluso sin contacto visual directo. No obstante, no deben colocarse detrás de una cubierta ni tampoco sobre un calentador, ya que las ondas sonoras se transmiten a través del aire. A diferencia de los sensores HF, los sensores ultrasónicos tampoco pueden atravesar paredes delgadas.
Los sensores de movimiento con sensores ultrasónicos son muy adecuados para vestíbulos y pasillos largos. Suelen utilizarse como sensores de presencia en oficinas, porque su alta sensibilidad los hace ideales para el trabajo que se realiza en posición sentada.
Los sensores de movimiento también pueden utilizarse mediante sensores de cámara. Si se detecta un cambio en la grabación de la imagen, la luz se puede encender mediante una señal y, por supuesto, también se puede activar una alarma. Esta tecnología se utiliza principalmente en el área de la tecnología de seguridad. Para su uso en oficinas diáfanas o salas de conferencias, la empresa Steinel ha desarrollado sensores de cámara que pueden reconocer y contar personas, independientemente de si están sentadas o de pie.
Los sensores de movimiento están disponibles como accesorios separados, así como instalados de forma permanente en las lámparas. Si los sensores de movimiento se acoplan a fuentes de luz, debes asegurarte de utilizar únicamente bombillas que emitan inmediatamente un flujo luminoso completo. Además, debes respetar la potencia eléctrica máxima admisible (especificación de vatios) de la bombilla para el sensor de movimiento.
La solución más sencilla pasa por adquirir bombillas con sensores de movimiento integrados para el hogar y el jardín. Para exteriores están disponibles las elegantes balizas y lámparas de zócalo con sensores de movimiento. Caminar por el jardín de noche resulta así más seguro y, al mismo tiempo, se crea un ambiente bonito. Estas lámparas para exteriores están disponibles en la actualidad con conexión en red: Si una lámpara detecta un movimiento por medio de su sensor, envía una señal a las fuentes de luz conectadas en red. Todas las lámparas se activan automáticamente al mismo tiempo e iluminan el camino del jardín.
Los sensores de movimiento en su mayoría vienen instalados de forma permanente en las lámparas, por lo que no suele ser necesario instalarlos en el sistema eléctrico existente. Sin embargo, si optas por un sensor de movimiento independiente, podrás realizar la instalación en pocos pasos. Antes de conectar un sensor de movimiento, asegúrate de observar las estrictas reglas de seguridad habituales aplicables al trabajo en sistemas electrónicos.
Debes tener en cuenta también la siguiente consideración: ¿Debería controlarse la fuente de luz solo por medio del sensor de movimiento o también mediante un interruptor? Si deseas combinar ambas opciones, elige el denominado interruptor selector. Así podrás encender o apagar la luz de forma permanente y cambiar al modo de sensor de movimiento. Además, se puede ajustar el sensor de movimiento para que esté activo por la noche y, por el día, pueda manejarse la luz mediante un interruptor.
También debes decidir el tipo de instalación del sensor de movimiento: un montaje en superficie o empotrado. Con la versión empotrada, puede utilizarse la caja de empalmes de la fuente de luz correspondiente. Para ello, tienes que desmontar el interruptor de luz y conectar el detector de movimiento. Hay sensores de movimiento con tecnología de tres o de dos cables. La tecnología de dos cables funciona sin el conductor neutro.
En el siguiente paso, debes establecer la distancia desde la que se encuentra el objeto que se aproxima (área de detección) y durante cuánto tiempo debe permanecer encendida la luz cuando hay movimiento (tiempo de encendido). El sensor crepuscular permite también definir el brillo ambiental a partir del cual se debe activar la lámpara. Ahora tan solo queda por atornillar el sensor de movimiento en la caja de empalmes.
Por cierto, no es necesario instalar un sensor de movimiento propio para cada fuente de luz. Puedes conectar fácilmente varias fuentes de luz a un sensor de movimiento. Sin embargo, por razones de seguridad, asegúrate de no exceder la carga conectada del sensor de movimiento.
En la actualidad existen lámparas con sensores de movimiento instalados de forma permanente, que también funcionan con pilas. Para el montaje, basta con insertar las pilas y colocar la lámpara en la ubicación deseada. En esta combinación, las lámparas LED de bajo consumo son la opción más adecuada para que las pilas duren el mayor tiempo posible.
En el área exterior y en el baño debes asegurarte de que el sensor de movimiento disponga de un grado de protección IP suficiente. Solo así contará con una protección adecuada contra la entrada de agua y cuerpos extraños. Los dispositivos con clase de protección IP54 o superior son adecuados para ser utilizados en exteriores en la pared de la vivienda o debajo del techo. Así están protegidos del polvo y las salpicaduras de agua. Con el grado de protección IP66, por ejemplo, el sensor de movimiento sería incluso estanco al polvo y contaría con protección frente a chorros de agua. Este grado es recomendable si la pared o el techo no proporcionan protección.
Para el techo del baño resulta suficiente el grado de protección IP44, que ofrece protección contra salpicaduras de agua y cuerpos extraños mayores de un milímetro. Sin embargo, en las inmediaciones de la bañera, los dispositivos deben contar con un grado de protección IP65. En las salas de estar donde no es previsible la humedad, son suficientes los sensores de movimiento con grado de protección IP40, que protege los dispositivos de cuerpos extraños sólidos mayores de un milímetro, pero no del agua.
En exteriores, se recomienda una altura de montaje de 2 metros o más para los sensores de movimiento. El motivo es, por un lado, que el sensor de movimiento debe instalarse fuera del alcance de personas no autorizadas, en particular intrusos. Por otro lado, el área cubierta aumenta cuanto más alto se monta el sensor de movimiento. Si se instala demasiado bajo, solo se cubre un área relativamente pequeña. Por lo tanto, deberás tomar una decisión en función de tu proyecto. Y, por supuesto, también debes seguir las recomendaciones del fabricante relativas a la altura de montaje.
Los sensores de movimiento están disponibles con un ángulo de detección de 90 ° a 360 °. Si, por ejemplo, se va a detectar una habitación completa, deberías optar por el montaje en el techo, ya que en tal caso se puede cubrir un área de detección de 360 °. En el caso de una instalación en una pared, basta un ángulo de detección de 180 °. Estos sensores de movimiento son más adecuados para iluminar un pasillo o para asegurar el área exterior alrededor de la vivienda. Por otro lado, los ángulos de 90 ° son suficientes para iluminar en caso dado la entrada de la vivienda. Para asegurar dos paredes exteriores de la vivienda al mismo tiempo, se puede colocar un sensor de movimiento con un ángulo de detección de 240 ° en una esquina de la vivienda.
En caso de duda, puedes comprar un sensor de movimiento con un ángulo de detección grande y adaptarlo luego usando paneles para el área de aplicación.
Si se va a colocar el sensor de movimiento en la pared exterior por razones de seguridad, debes asegurarte de que también se detecte el área directamente debajo. Para que no pueda esquivarse el área de detección, puede utilizarse la denominada protección contra arrastre por el suelo. Para ello se utiliza una lente especial o bien un segundo sensor.
Para evitar que el detector de movimiento o presencia se active a la luz del día, recomendamos combinarlo con un sensor de luz. Permite establecer el grado de intensidad lumínica a partir del cual el sensor de movimiento exterior o el sensor de presencia interior deben activar la fuente de luz. Así se evita que la luz se encienda cuando hay suficiente luminosidad.
Con un sensor crepuscular puedes ahorrar energía y costes adicionales, es decir, ayudas al medioambiente y a tu cartera. Los sensores de movimiento modernos incorporan estos sensores crepusculares de serie. Por cierto: Steinel comercializa interruptores crepusculares con el nombre de Nightmatic.
Una ventaja de los sensores de movimiento es que ahorran energía. La luz solo se enciende cuando realmente se necesita, por lo que pueden ahorrarse costes de electricidad. Los LED también son respetuosos con el medioambiente y económicos, por lo que esta tecnología de iluminación se impone claramente para su combinación con sensores de movimiento. Además, los LED alcanzan el 100 % de brillo al encenderse y no se estropean con un encendido y apagado frecuentes. Son por tanto la opción perfecta para los sensores de movimiento.
La tecnología evoluciona cada vez más hacia hogares inteligentes, por lo que ya existen sensores de movimiento que se pueden integrar en esta tecnología. Las notificaciones sobre actividades pueden consultarse mediante una app en el móvil. También es posible ajustar y comprobar las funciones y sensibilidades, al igual que el control del tiempo. Los sensores de movimiento conectados en red mediante la domótica también pueden conectarse a, p. ej., atenuadores, para que solo se mantenga activada una iluminación atenuada en las horas de sueño.
La empresa Steinel es considerada pionera en el campo de los sensores de movimiento. No obstante, también otras empresas comercializan sensores de presencia y movimiento de alta calidad. A continuación se muestra una selección de proveedores de sensores de presencia y movimiento:
Steinel
Philips
Osram
Delta Light
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