Lámpara LED de pie Malea en negro con atenuador integrado

Casi todos los hogares cuentan con una lámpara de pie. Las razones son fáciles de entender, ya que el efecto luminoso de una lámpara de pie es extraordinariamente bonito, gracias a la luz indirecta que proyecta. En este caso, esto se ve reforzado por el hecho de que el metal se extiende desde la base hasta el armazón y la pantalla en forma de concha, lo que significa que la luz se escapa exclusivamente hacia el techo e inunda suavemente la habitación. Sin duda, la lámpara de pie debe su nombre a esta característica, que ha sido elegida de forma muy acertada. Por encima de esta concha de techo hay una placa de vidrio transparente. En el centro del armazón hay un interruptor que también funciona como regulador táctil. Una pulsación breve activa la función de encendido/apagado, mientras que una pulsación más prolongada cambia la intensidad de la luz. Un efecto de memoria garantiza que la última intensidad seleccionada no cambie la próxima vez que se encienda. El cabezal de la lámpara se puede inclinar hasta 45°.